La sexualidad también importa: ¿Por qué trabajarla en terapia puede transformar tu vida?
La sexualidad también importa: ¿Por qué trabajarla en terapia puede transformar tu vida?
Hablar de sexualidad much@s todavía nos da vergüenza. Nos han enseñado que es algo privado, casi tabú, y muchas veces preferimos dejarlo guardado antes que ponerlo sobre la mesa. Pero lo cierto es que la sexualidad es parte de quiénes somos: no se reduce solo al cuerpo ni a lo físico, sino que atraviesa nuestras emociones, nuestras relaciones, nuestra manera de vivir y sentir.
En terapia, abrir un espacio para hablar de sexualidad no significa enfocarse solo en “problemas sexuales”. Se trata, más bien, de entender que nuestra historia sexual también es parte de nuestra historia de vida, y que trabajar en ella puede abrir caminos de bienestar, autoconocimiento y libertad personal.
¿Por qué la sexualidad es tan importante para sentirnos bien?
La sexualidad tiene que ver con el placer, sí, pero también con el cariño, la conexión, el amor propio y la manera en que nos relacionamos con otr@s. Cuando dejamos ese tema fuera de la conversación, corremos el riesgo de arrastrar culpas, vergüenzas o inseguridades que terminan afectando nuestro bienestar emocional.
Trabajar la sexualidad en terapia no es solo para quienes tienen un malestar evidente. A veces se trata simplemente de darnos el espacio para conocernos mejor, conectar con lo que sentimos, resignificar creencias antiguas, y vivir nuestra intimidad de una manera más auténtica y libre.
¿Qué se puede trabajar en terapia sobre la sexualidad?
Cada persona tiene su propia historia, pero algunos temas que se abordan en terapia son:
- Reconectar con el deseo y entender sus cambios.
- Afrontar bloqueos, inseguridades o incomodidades relacionadas con el sexo.
- Acompañar los cambios en la vivencia sexual a lo largo de la vida.
- Revisar y cuestionar mitos o mandatos que hemos aprendido sobre cómo “debería” ser la sexualidad.
- Mejorar la comunicación íntima con la pareja.
- Sanar experiencias del pasado que pueden estar marcando el presente.
No importa desde dónde partas: en terapia, siempre se respeta el ritmo y los límites de cada un@.
¿Qué no es una terapia sexual?
Es importante aclararlo: hablar de sexualidad en terapia no significa que vamos a invadir tu privacidad, ni que vamos a poner el foco en “rendir mejor” o en cumplir expectativas.
Tampoco existe una forma “correcta” de vivir la sexualidad. Cada persona tiene su propio ritmo, sus propios deseos y sus propias formas de vincularse. En terapia no juzgamos: acompañamos. Acompañamos a reconstruir una relación más amable y auténtica con uno mismo, con el cuerpo, con el deseo y con los vínculos.
¿Cómo puede cambiar tu vida trabajar la sexualidad en terapia?
- Recuperar el placer como algo propio, no como una exigencia.
- Liberarte de culpas, miedos o ideas que ya no te hacen sentido.
- Sentirte más segur@ en tu cuerpo y en tu manera de vivir el placer.
- Fortalecer tus vínculos afectivos y tu conexión contigo mism@.
Trabajar en la sexualidad no se trata solo de superar dificultades, sino también de descubrir nuevas formas de vivir y disfrutar la vida.
Como dice Adrián Montesano: “La sexualidad es probablemente la historia menos narrada de la experiencia humana.”
Quizás sea hora de empezar a contar esa historia, con tus propias palabras, y desde un lugar más libre.
¿Quieres darle un espacio a tu sexualidad en tu proceso terapéutico?
En Entrevínculos creemos en terapias que te permitan ser quien eres, de manera completa.
Si sientes que tu sexualidad merece ser parte de tu camino de bienestar, estamos aquí para acompañarte.
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